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Miércoles 25 de diciembre- Otro día soleado en Verbier

¡Menudo día! Había sol, la nieve era perfecta y las pistas nos llamaban. Empezamos con una mañana de esquí, corriendo montaña abajo como si tuviéramos cohetes atados a los esquís. Algunos de los niños le estaban cogiendo el tranquillo, mientras que otros eran más… creativos en su aproximación (muchas caídas impresionantes, pero oye, todo forma parte de la diversión).

Después de comer, volvimos a las pistas, porque ¿quién podía resistirse? A estas alturas, todo el mundo estaba animado, dando vueltas y probando trucos nuevos. Hoy no ha habido grandes accidentes, aunque sí he presenciado algunas caídas épicas.

De vuelta al campamento, algunos chavales fueron al polideportivo (demasiada energía), mientras que el resto nos aventuramos a ir a la ciudad de compras y, por supuesto, al legendario bar de batidos. No sé a quién se le ocurrió la idea de los batidos después de esquiar, pero se merece una medalla.

Terminamos el día con un carnaval. Todo el mundo se presentó con sus disfraces más salvajes: piratas, animales, superhéroes. Fue como Halloween, pero con más nieve y menos calabazas. La música, el baile y las risas duraron horas.

Ahora estoy a punto de estrellarme, pero mañana promete aún más diversión. Con un poco de suerte, ¡conseguiré mantenerme erguido todo el día!